martes, 6 de septiembre de 2011

Una vista al mar

Este mar que tanto amo, los chicos y chicas recostados después de la lluvia toman el sol.
Ese sol que multiplica sus rayos a través del cristal de la ventana.
Tengo que salir, ver a la gente oler la humedad y sentir el sol en la piel,. Camino por un sendero de hierbas, hongos de la lluvia. y lo observo desde el malecón , extasiado. Un vahio, un traspiés, no caigo me vuelvo a poner en pie. vuelvo a la habitación. Van corriendo las horas hay tanto por hacer. Pero el mar, esa fuente de vida incalculable me regala su tesoro.  Las luces iluminan el mar y los peses nadan apretados unos entre otros, completando el circulo de la vida, te amo tanto mar y tu riqueza, que importa lo demás si puedo seguir viendo aquel tesoro. Ahora tengo que despertar